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Es un poblado fortificado en barrera, con una ocupación entre el siglo IX y el VII a.C. Extensión de 4,5 hectáreas, presenta un sistema poliorcético complejo compuesto por seis bastiones de planta subrectangular al que se le añade un pequeño foso muy próximo al flanco de los mismos con escarpa compuesta de grandes mampuestos calizos. Se han practicado ya dos campañas de excavación, la primera a finales del año 2022 y la segunda entre diciembre de 2023 y enero de 2024.
Esencial para conocer el paso del Bronce Final a la I Edad del Hierro y el papel que jugó la hibridación entre las comunidades indígenas de la Tierra de Aguas y las fenicias de las costas de Málaga.